La propuesta económica del presidente, Emmanuel Macron, no entusiasma a todos los franceses. Pero los planes de su oponente, Marine Le Pen, podrían, según expertos, provocar una crisis financiera en la eurozona.
Hace cinco años, durante la campaña presidencial francesa, el programa económico de la candidata de extrema derecha, Marine Le Pen, resultó ser uno de sus puntos débiles. Así como en las elecciones de este año, ella se enfrentaba en segunda vuelta al actual presidente, el centrista Emmanuel Macron.
Días antes del balotaje de 2017, Macron dijo en un debate televisivo que los planes de Le Pen de dejar la eurozona y renegociar los tratados europeos serían “letales para el poder adquisitivo y la competitividad” de Francia.
En la campaña actual, la candidata extremista abandonó oficialmente sus planes de salida de la eurozona, pero los economistas creen que la aplicación de su programa llevaría al mismo resultado, y desencadenaría una crisis financiera internacional.
Le Pen se presenta como “la candidata del (mayor) poder adquisitivo”. Ha prometido reducir el impuesto sobre el valor agregado del 20% al 5,5% para los productos energéticos, como los carburantes, y eliminar ese impuesto para determinados bienes básicos.
Sus medidas podrían llevar a la estanflación
Philippe Crevel, economista y director del centro político Cercle de l’Epargne, calificó estas medidas de contraproducentes y acusó a Le Pen de aplicar una política “al borde del abismo” o brinkmanship: “Los precios bajarían inicialmente, pero eso haría subir la demanda de los consumidores y, finalmente, los precios aumentarían, ya que, repentinamente, no habría más productos disponibles en el mercado”, explicó a DW.
Asimismo, Le Pen prometió estimular el aumento de los salarios eximiendo al empleador de las cargas laborales, lo que, según Crevel, “provocaría nuevamente inflación. Para equilibrar los aumentos salariales, las empresas, sobre todo porque se enfrentan al aumento de los precios de las materias primas, también debido a la guerra en Ucrania, subirían los precios de los productos”.
El economista cree que las propuestas provocarían una estanflación, es decir, una combinación entre estancamiento del crecimiento y una inflación alta: “Sería similar a lo que ocurrió tras la crisis del petróleo, en la década de 1970; veríamos un desempleo masivo, que afectaría en primer lugar a los trabajadores”, agregó.
Un programa “absurdo” y “profundamente inmoral”
En tanto, Henri Sterdyniak, economista del centro de investigación Observatoire Francais des Conjonctures Économiques, cercano a la izquierda, califica de “absurdo” el programa de Le Pen: “Ella planea acabar con las turbinas eólicas de Francia y dar el dinero de las subvenciones a los franceses. Y los menores de 30 años estarán exentos del impuesto sobre la renta, pero ¿por qué los jóvenes con buenos ingresos no deberían pagar impuestos? Todo eso no tiene sentido”, afirmó en entrevista con DW.
“Además, sus medidas son profundamente inmorales: se pedirá a los extranjeros que paguen, y los franceses tendrán prioridad a la hora de obtener un empleo, una vivienda, o prestaciones sociales”, añadió.
El economista también está muy en desacuerdo con la reducción de los cargos al empleador: “Nuestra deuda pública es excesiva, actualmente se sitúa en el 113% del PIB. ¡Tenemos que financiar nuestro Estado social de alguna manera!”, exclamó.
¿Podrá Macron impulsar más reformas?
En general, el programa de Macron tiene medidas menos detalladas que el de Le Pen. El presidente francés se compromete a seguir haciendo lo que viene haciendo desde 2017: reformas orientadas al mercado. También planea liberalizar más el mercado laboral, bajar los impuestos a las empresas y subir la edad de jubilación de 62 a 65 años.
“Sacar adelante sus planes sería cada vez más difícil, ya que muchos franceses se oponen a ellos”, explicó el economista Crevel. El primer mandato del presidente se vio perturbado por numerosas manifestaciones, como las del llamado ‘movimiento de los chalecos amarillos’, que bloqueó el país durante meses pidiendo más justicia social.
En tanto, Macron suavizó sus planes para convencer al 22% del electorado que eligió al candidato de extrema izquierda Jean-Luc Melenchon, que quedó tercero en la primera votación. Macron planteó rebajar el objetivo de la edad de jubilación a los 64 años y someter sus planes a referéndum. También ha dicho que incluiría más medidas a favor del medioambiente en su programa.
Los planes de Le Pen “minarían la confianza de los inversores”
El centro de estudios parisino Instituto Montaigne, cercano al mundo empresarial, también examinó los programas de los contendientes: “Ambos aumentarían la carga del presupuesto público, pero los planes de Le Pen supondrían un gasto adicional de aproximadamente 101.000 millones de euros, frente a un coste de 44.000 millones de euros para el programa de Macron”, dijo a DW Lisa Thomas-Darbois, experta en Economía y Finanzas Públicas de ese instituto.
“Además, muchas de las propuestas de Le Pen contradicen la legislación francesa y los compromisos internacionales del país, lo que socavaría la confianza de los inversores”, agregó.
Le Pen planea crear un nuevo fondo para nacionalizar ciertos sectores estratégicos, como las carreteras. Las empresas francesas tendrían prioridad en las licitaciones públicas y los productos franceses serían beneficiados.
“Todas esas medidas proteccionistas infringirían la legislación de la UE: la regla de la preferencia nacional, por ejemplo, significaría que el gobierno impondría aranceles a las importaciones”, analizó Crevel, quien añadió que los planes acabarían conduciendo a un Frexit, la salida de Francia de la Unión Europea.
“Varios bancos franceses son sistémicos en la eurozona, y su salida del sistema del euro causaría repercusiones mundiales; provocaría una crisis financiera internacional”, advirtió.