La pandemia seguirá avivando la incertidumbre y la inflación en su tercer año, socavando la recuperación mundial del coronavirus y empujando las pérdidas económicas totales hacia los US$ 14 billones.
Eso es lo que sostiene el Fondo Monetario Internacional, que este martes recortó su previsión de crecimiento mundial para 2022 en medio punto porcentual, hasta el 4,4%. El grupo dijo que las dos mayores economías del mundo, Estados Unidos y China, crecerán más lentamente de lo que predijo en octubre.
El FMI considera que la producción económica de Estados Unidos aumentará un 4% este año, después de haber aumentado un 5,6% en 2021. Recortó 1,2 puntos porcentuales de su anterior previsión debido a las “menores perspectivas” de que el Congreso apruebe el plan económico Build Back Better del presidente Joe Biden, a la persistente interrupción de la cadena de suministro y a la creciente posibilidad de que la Reserva Federal adopte medidas agresivas para frenar la inflación.
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En China, el crecimiento económico para 2022 se fija ahora en el 4,8%, 0,8 puntos porcentuales menos de lo previsto anteriormente y una marcada desaceleración respecto al crecimiento del 8,1% alcanzado en 2021. El FMI señaló el actual retroceso del enorme sector inmobiliario del país y una recuperación del gasto personal “más débil de lo previsto”.
El FMI espera ahora que la pandemia haya costado al mundo US$ 13,8 billones en pérdida de producción económica para finales de 2024. Si bien se espera que las economías avanzadas vuelvan a su trayectoria anterior a la pandemia este año, no es el caso de “varios mercados emergentes y economías en desarrollo”, que todavía se espera sufran “pérdidas de producción considerables”.
“Los dos últimos años reafirman que esta crisis y la recuperación en curso no se parecen a ninguna otra”, dijo Gita Gopinath, consejera económica y directora del Departamento de Estudios del Fondo Monetario Internacional en una publicación de blog. “Los responsables de la política económica deben vigilar atentamente una amplia gama de datos económicos entrantes, prepararse para las contingencias y estar listos para comunicar y ejecutar cambios de política con poca anticipación”.
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El aumento de los precios representa un reto importante. El FMI ha revisado al alza sus estimaciones sobre la inflación mundial, previendo que “las elevadas presiones sobre los precios [se] mantendrán durante más tiempo”.
Ahora considera que los precios al consumo aumentarán un 3,9% en las economías avanzadas este año y un 5,9% en las economías de mercado emergentes y en desarrollo, aumentos más pronunciados que los registrados en 2021, cuando los precios al consumo subieron un 3,1% y un 5,7%, respectivamente.
Se espera que la inflación en las economías avanzadas vuelva a caer hacia el 2%, el objetivo de la mayoría de los principales bancos centrales, en 2023. Sin embargo, el FMI señaló que deberán cumplirse una serie de condiciones.
Suponiendo que las expectativas de inflación no se desborden y que “la pandemia ceda, el aumento de la inflación debería desaparecer a medida que disminuyan las interrupciones de la cadena de suministro, se endurezca la política monetaria y la demanda se reequilibre desde el consumo intensivo de bienes hacia los servicios”, dijo el FMI.
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El organismo subrayó que su previsión está “sujeta a una gran incertidumbre”. Está en alerta por nuevas variantes del coronavirus que podrían prolongar la pandemia, nuevos daños en las cadenas de suministro debido a la política de China de suprimir todos los brotes de covid-19, y “mayores sorpresas de inflación” en Estados Unidos que podrían obligar a la Reserva Federal a ser aún más agresiva con las subidas de las tasas de interés.
También citó “el aumento de las tensiones geopolíticas y el malestar social” como riesgos para las perspectivas. Los países occidentales están actualmente inmersos en un enfrentamiento de alto nivel con Rusia para evitar una invasión en Ucrania.