Cada década los países de la región registran un incremento en la temperatura de 0.2°C. En el caso de México la cifra se situó en 0.3°C entre 1991 y 2022.
El calentamiento de la superficie terrestre ha registrado durante este año niveles récord. Si nos enfocamos en Latinoamérica, México es uno de los países más afectados por este fenómeno derivado del cambio climático. De acuerdo con un reporte de Copernicus, junio de 2023 se convirtió en el mes más caluroso de todos los junios en la historia del monitoreo climático. La temperatura media global superó los 1.5 °C por arriba de la era preindustrial, límite establecido mundialmente en los Acuerdos de París.
En medio de este registro global, México experimentaba la tercera ola de calor pronosticada para este año, que a su paso dejó temperaturas superiores a los 45°C en diversos estados del país. El porcentaje de territorio mexicano afectado por algún grado de sequía aumentó de 61.6% a 65% en menos de un mes, según el Monitor de Sequía elaborado por la Comisión Nacional del Agua (Conagua).
La tendencia ahora se ha documentado en el reporte “El estado del clima en América Latina y el Caribe 2022″, publicado por la Organización Meteorológica Mundial (OMM). El organismo reconoce que México es el país en toda Latinoamérica con el calentamiento promedio más alto. En promedio, las estimaciones indican que cada década los países de la región registran un incremento promedio en la temperatura de 0.2°C. En el caso de la República Mexicana, la cifra se situó en 0.3°C entre 1991 y 2022.
Además, la OMM afirma que durante el último año las lluvias en el este y centro del país se redujeron entre un 40% y 60%. Los cálculos están en línea con las conclusiones de un grupo de académicos de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), quienes en la conferencia ‘El fenómeno de El Niño y sus impactos en México’ concluyeron que el país tiene entre 92% y 93% menos lluvias en comparación con sus máximos históricos.
No solo México: el resto del mundo debe tomar medidas
El escenario derivado del fenómeno es evidente: escasez de agua, pocas garantías en la seguridad alimentaria, afectaciones en la salud de la población, así como impactos negativos en actividades económicas primarias.
El sexto Informe de Evaluación del Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) estima que si el aumento de la temperatura en México se mantiene como hasta ahora, dentro de los próximos 50 años, la población de casi la mitad del territorio tendrá más posibilidades de morir por un golpe de calor. De igual manera, entre 5% y 10% de los animales y especies marinas podrían desaparecer ante periodos más prolongados de calor extremo.
El pronóstico indica que si México no acelera y hace más eficientes sus políticas de mitigación y adaptación al cambio climático, antes de 2080, cerca de 14 entidades del país tendrán hasta 200 días al año con temperaturas extremas.
La alerta está lejos de ser exclusiva para el territorio mexicano. La Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica (NOAA) de Estados Unidos reportó que esta semana la temperatura global promedio alcanzó niveles nunca antes registrados. El pasado 3 julio, la temperatura media en superficie de la Tierra superó por primera vez los 17°C.
Revertir el patrón es particularmente necesario en Latinoamérica. “Los fenómenos meteorológicos extremos y los choques climáticos se están agravando en América Latina y el Caribe, a medida que se aceleran la tendencia al calentamiento a largo plazo y el aumento del nivel del mar. La región desempeña un papel fundamental en la producción de alimentos y la prestación de servicios ecosistémicos que benefician no solo a la propia región, sino a todo el planeta. También es muy vulnerable a los riesgos climáticos ya que cerca de tres cuartas partes de la población vive en asentamientos urbanos informales y alrededor del 8 % de la población está subalimentada”, señala el informe.