La institución vota de forma unánime por dejar los tipos de interés en el mismo nivel que el mes pasado
Sin sorpresas. El Banco de México ha decidido este jueves mantener la tasa de interés en 11,25%, un nivel en el que se ubica desde marzo pasado ante la disminución de la inflación. “El proceso de desinflación continuó avanzando ante la mitigación de diversas presiones. Sin embargo, juzgó que siguen incidiendo sobre la inflación, de modo que esta permanece alta. La Junta de Gobierno, con la presencia de todos sus miembros, decidió por unanimidad mantener el objetivo para la Tasa de Interés Interbancaria a un día en 11.25%”, ha informado la institución a través de un comunicado.
El banco central, no obstante, advierte de que el panorama inflacionario sigue siendo complejo. Entre los riesgos que podrían elevar de nuevo la inflación, según la institución, se encuentran la persistencia de la inflación subyacente, una depreciación cambiaria ante eventos de volatilidad financiera internacional; mayores presiones de costos; y presiones en los precios de energéticos o agropecuarios. “Se considera que el balance de riesgos respecto de la trayectoria prevista para la inflación en el horizonte de pronóstico se mantiene sesgado al alza”, añade Banco de México por escrito.
El subgobernador del Banco de México, Jonathan Heath, ha hecho hincapié a través de su cuenta de Twitter de que la guía prospectiva de la institución perfila el mantener la tasa en 11,25% durante un periodo prolongado. El economista apuntó a través de sus redes sociales que si bien la inflación subyacente va bajando, todavía falta mucho trecho por recorrer.
En su cuarta decisión de política monetaria del año, el Banco de México ha ajustado a la baja sus expectativas de inflación general respecto a la última decisión de política monetaria, en mayo pasado. La institución prevé que la escalada de precios en el segundo trimestre de 2023 sea del 5,7%, cifra inferior en comparación al 6% del cálculo previo. La institución mantiene el pronóstico de una inflación cercana al 3,1% hasta el cuarto trimestre de 2024.
La decisión del Banco de México ocurre horas después de que el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) diera a conocer una desaceleración en la escalada de precios en el país: durante la primera quincena de junio la inflación, a tasa anual, se ubicó en 5,18%, su nivel más bajo desde marzo de 2021. Los productos que reportaron una mayor disminución de precio, respecto al mes pasado, fueron el huevo, con una caída del 7,2%, el limón bajó 8,6% y, en tercer lugar, se ubicó el gas doméstico, cuyo preció descendió 3,5%. Aunque los precios de mercancías y alimentos han dado una tregua con un continúo descenso en los últimos meses, la inflación todavía se encuentra lejana al 2% que es la meta que busca el banco central.
Apenas ingresar a su página web, el Banco de México expone su misión primordial: mantener una inflación baja y estable. Con este mandato bajo el brazo, el banco central comenzó en junio de 2021 un ciclo alcista de los tipos de interés para intentar contener una escala de precios desbocada en el país. En menos de dos años, la institución llevó la tasa de 4% a 11,25%. Sin embargo, desde el mes pasado decidió interrumpir esta tendencia al alza y mantener los tipos en el mismo nivel que el mes pasado. Los especialistas coinciden en que ahora, con un índice de precios a la baja, la junta de gobierno del banco central mexicano cuenta más margen de maniobra para no subir sus tasas.
El voto unánime de la junta de Gobierno de la institución va en sintonía con la postura de la Reserva Federal de EE UU. La semana pasada la Fed decidió frenar su ciclo alcista y mantener su tasa de interés en un rango de 5% a 5,25%. Esta pausa, no obstante, no significa una suspensión definitiva, el banco central estadounidense no descarta hacer dos alzas más en sus tipos antes de que concluya 2023. El presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, fue muy claro este miércoles en el Congreso: la batalla contra la inflación no está ganada, por el contrario, Powell advirtió de que aún queda “un largo camino por recorrer”.
Tras esta decisión, que de alguna forma daban por descontado tanto el mercado como los analistas, la interrogante principal planea sobre cuándo el Banco de México comenzará a recortar la tasa.