Existen muchos temas que requieren atención ante el fenómeno mundial y local del nearshoring. Aspectos como las políticas públicas, seguridad, energías limpias, recursos naturales y garantías se encuentran frecuentemente en los diálogos; sin embargo, existe un tema fundamental del que poco se habla y es la formación de capital humano.
David Cervantes Arenillas, economista senior de BBVA México, en su artículo “Nearshoring es inviable sin inversión en capital humano”, aborda la situación actual en materia educativa en México de cara a las posibles demandas de capital humano que existirán por parte de las empresas que, de forma estratégica, decidan migrar a México y beneficiarse de la posición geográfica, del T-MEC y de cadenas productivas como la automotriz.
El fenómeno del nearshoring y el friendshoring -señala el experto- cobra relevancia nuevamente a partir de eventos globales como la pandemia de COVID-19 y los conflictos geopolíticos como la guerra de Ucrania y Rusia. México tiene muchas ventajas, sin embargo, existe un vacío generalizado en lo relativo al capital humano, que “es un elemento clave para materializar los beneficios de los procesos de relocalización”, ya que al día de hoy no se conoce de forma precisa el grado de afectación que la pandemia causó en esta materia, así como su impacto en los aprendizajes y capacidades de los egresados de los distintos niveles educativos.
Educación e infraestructura
Para profundizar en la materia, Cervantes señala que “previo a la pandemia en la evaluación del Programme for International Student Assessment (PISA) de 2018, México obtuvo 419 puntos en Ciencias, 70 menos con respecto a la media de la OCDE ubicándose en el lugar 38 de 42 países; situación similar en el caso de matemáticas en donde se obtuvieron 80 puntos menos respecto a la media. Por otro lado, de acuerdo con estadísticas de la SEP en 2019 la tasa de graduación de la educación media superior fue de 66, muy por debajo de países como Chile (90) o Corea (96) y las cifras a 2020 respecto al logro educativo muestran que el porcentaje de adultos que lograron terminar educación media fue de 22%, 20pp y 17pp menor en comparación con Chile y Corea, respectivamente”.
“existen grandes retos para el sistema educativo, es por ello que se requiere con carácter de urgente priorizar y fortalecer el sistema educativo en el país”
Desde el punto de vista académico, la pandemia fue gestionada por medio de clases en línea, lo que permitía continuar –a un ritmo distinto– la educación, sin embargo, el tema de infraestructura de las familias y de los centros educativos no estaba preparada para un acontecimiento de esa magnitud.
De acuerdo con la Encuesta para la Medición del Impacto COVID-19 en la Educación, elaborado por el INEGI, se señala que de la población de 3 a 29 años en el ciclo escolar 2019-2020 solo el 25.4% contaba con equipo de cómputo y 65.7% tomó clases en un celular. Por el lado de la infraestructura escolar en el ciclo 2021-2022 solo 29.8% de las escuelas de educación básica contaban con internet y 51.6% en nivel media superior. Del total de egresados de la educación media superior solo 27.5% fue de carreras STEM (Science, Technology, Engineering, Math).
El economista concluye que “la formación de capital humano de por sí ya enfrentaba grandes retos previos a la pandemia, y dado que no estábamos preparado para afrontar un evento de esa magnitud, es probable que las condiciones se hayan agravado; en este sentido, existen grandes retos para el sistema educativo, es por ello que se requiere con carácter de urgente priorizar y fortalecer el sistema educativo en el país”. Y finaliza señalando que “no puede haber nearshoring en el mediano y largo plazo -en sectores de mayor generación de valor agregado- sin inversión en capital humano”.