El Gobierno mexicano repatrió este viernes 43 piezas arqueológicas que permanecían en Italia en medio de la pugna de la Administración de Andrés Manuel López Obrador por recuperar el patrimonio del país en el extranjero.
La Secretaría de Cultura informó en un comunicado que los bienes, que pertenecen a la época prehispánica entre los siglos III y VII, fueron recuperados y restituidos por el Comando General del Arma de los Carabineros para la Tutela del Patrimonio Cultural y regresarán a México por la vía diplomática.
La jefa de la cartera de Cultura, Alejandra Frausto, acudió a la Embajada mexicana en Italia para celebrar la recuperación, en una ceremonia en la que dijo que la devolución es un “extraordinario acto de generosidad”.
“Hoy, estamos de fiesta. Hoy, la amistad entre México e Italia se corona con un extraordinario acto de generosidad, 43 piezas de la historia mexicana comienzan el retorno a su origen, 43 fragmentos de las culturas milenarias que son la esencia de la grandeza de nuestro país”, comentó.
Además, defendió el compromiso y respeto del Gobierno mexicano con su patrimonio nacional frente a las críticas vertidas con motivo de la construcción del Tren Maya, que activistas aseguran que afectará a los bienes arqueológicos del sur de México.
Durante el mandato de López Obrador, el Gobierno de México ha recuperado del extranjero más de 9.000 piezas que considera patrimonio nacional, pues el presidente ha priorizado esta acción desde que asumió su cargo en diciembre de 2018.
“En México, este movimiento que ha cobrado gran fuerza y que es impulsado decididamente por el presidente Andrés Manuel López Obrador, se llama ‘Mi patrimonio no se vende'”, expuso Frasuto.
El Gobierno mexicano combatió subastas en ciudades como Nueva York, París y Roma, en las que se podían adquirir objetos robados o que pertenecen al patrimonio de México.
Además, se intensificaron las demandas ante gobiernos extranjeros para recuperar piezas arqueológicas y artísticas.
Esta presión, agregó la secretaria de Cultura, ha “despertado la conciencia” de coleccionistas, empresas privadas y ciudadanos en general, logrando que varios países devuelvan de forma voluntaria el patrimonio mexicano que tenían en su poder.