A una semana de que se cumpla el plazo establecido por los dirigentes para dar a conocer un análisis sobre el fracaso en el Mundial de Qatar, México sigue barajando nombres, per sin designar un entrenador que releve Gerardo Martino para enfrentar los partidos próximos por la Liga de Naciones.
El Tri volverá a la actividad con un par de partidos del torneo de la CONCACAF, midiéndose contra Jamaica y Surinam a finales de febrero.
Aunque México tiene su puesto seguro en el Mundial de 2026, por ser anfitrión junto a Estados Unidos y Canadá, la inacción de los dirigentes de cara a la próxima Copa del Mundo es sorprendente.
Yon De Luisa, presidente de la Federación Mexicana de Fútbol, no ha dado declaraciones desde el 1 de diciembre, un día después de que la selección consumara su primera eliminación en una primera fase de Copa del Mundo desde Argentina 1978.
“Se hará un análisis a profundidad, se revisarán cambios estructurales como la multipropiedad, el ascenso y descenso y la cantidad de extranjeros”, dijo De Luisa tras el fracaso.
De Luisa ni los federativos han emitido comunicados en lo que va del año. Ni cuando México fue sancionado por FIFA por gritos homofóbicos en el Mundial ni por la pérdida de partidos en la mesa por la alineación indebida de Alejandro Zendejas.
Se espera que De Luisa rompa el silencio a principios de la próxima semana cuando se vence el plazo para dar a conocer su análisis. A la espera de ello, hay varios pasos a seguir que marcarían cambios en las estructuras del fútbol mexicano.
EL ASCENSO DEBE VOLVER
El ascenso y descenso de los clubes fue suspendido hace dos años. La medida, según los dirigentes, iba encaminada a consolidar la economía de los equipos de segunda división, pero en realidad ha provocado conformismo en algunas plantillas de primera que han invertido menos en sus plantillas al saber que están seguras en la máxima categoría.
Aunque el plan original era mantener el torneo local sin ascensos por cinco años, el fracaso ha obligado a los dirigentes a reconsiderar.
Mikel Arriola, presidente de la Liga MX, dijo recientemente que tratarán de acelerar la certificación de los equipos del ascenso para que se puedan normalizar las promociones. Actualmente, apenas uno de los clubes de segunda división cumple con requisitos que pide el organismo para poder jugar en primera división.
DEMASIADOS EXTRANJEROS
Además del ascenso y descenso, otra práctica que ha afectado el desempeño de la selección mexicana es el gran número de jugadores no nacidos en México en los clubes. Bajo el reglamento actual, hasta ocho elementos de los 11 pueden jugar aunque no sean mexicanos por nacimiento, lo que crea un tapón para el talento joven.
Fue una de las críticas abiertas que el argentino Gerardo Martino realizó a los dirigentes antes de abandonar el cargo.
Cualquier cambio a lo que prevalece actualmente debería ser aprobado por la junta de dueños, que no se ha reunido ni tiene planeado hacerlo a pesar del revés mundialista.
¿QUIÉN PARA ENTRENADOR?
Hasta ahora los dos nombres más sonados son Miguel Herrera, seleccionador mexicano en Brasil 2014 y el uruguayo Guillermo Almada, quien dirige al Pachuca.
Herrera actualmente no tiene trabajo luego de quedar fuera de Tigres.
“He trabajado para estar en el siguiente proceso, hoy pueden decir que me estoy candidateando, pero es porque no hay técnico en la selección, porque no tengo trabajo, sé que no soy el único”, dijo Herrera, quien fue despedido por pelear con un periodista en un aeropuerto de Estados Unidos.
Almada dijo que le gustaría ser considerado, pero ha sido mesurado en sus declaraciones en los últimos días.
Además, algunos medios han dicho que el argentino Marcelo Bielsa es uno de los candidatos, lo cual no sorprende. El “Loco” ha estado en la lista de deseos de los dirigentes mexicanos desde hace un par de procesos, pero no se ha podido concretar.
Recientemente, el brasileño Ricardo “Tuca” Ferretti, quien ganó cinco títulos de liga con Tigres, levantó la mano para el puesto aunque en el pasado había dicho que prefería ser barrendero a seleccionador mexicano.
¿QUÉ ESPERAR DEL REPORTE?
Por ahora no mucho más que las conclusiones que dejó el proceso de Martino. De Luisa no tiene el poder para designar por si mismo a un nuevo entrenador en este momento, algo que corresponde a los dueños.
A pesar de eso, el revés fue fuerte y De Luisa tendrá que anunciar reformas de fondo. Será interesante saber si sostiene en el cargo a Jaime Ordiales como dirigente de selecciones nacionales o realiza algún cambio en la estructura.
De Luisa es reconocido por los dueños por su gestión en el aspecto económico, no tanto por lo deportivo. Quizá la creación de un nuevo puesto como presidente deportivo de la Federación Mexicana podría ser opción.