“Las crisis humanitarias como la pandemia del COVID-19, la guerra en Ucrania, los efectos del cambio climático y la gravísima y generalizada inseguridad alimentaria” exigen reforzar el acompañamiento de Cáritas Internacional a las Cáritas nacionales y, por ello, “en los seis meses del mandato que se nos ha confiado, pondremos en marcha nuevas herramientas de gestión y gobernanza”. Así lo ha manifestado en un comunicado Pier Francesco Pinelli, nombrado, el lunes pasado por el Papa Francisco, comisario extraordinario de la institución con el fin de mejorar su misión en el mundo al servicio de los más pobres y necesitados.
La Asamblea General está prevista para mayo de 2023
“Alentados por la iniciativa y el apoyo del Santo Padre, hemos comenzado a trabajar juntos, con el personal, las Secretarías Regionales y las organizaciones miembros, para llevar adelante y fortalecer la misión de la Confederación Cáritas al servicio de los más pobres y vulnerables”, explicó Pinelli, quien destacó que, de esta manera, se han comenzado a sentar las bases de un proceso de renovación que culminará con la Asamblea General de mayo de 2023. La entidad, recordemos, es la confederación que agrupa a 162 agencias nacionales de Cáritas que operan en más de 200 países y territorios de todo el mundo, y el camino emprendido incluye la plena participación de los secretariados regionales y de las agencias individuales de Cáritas “que hacen todo lo posible cada día en sus propios territorios para responder a las emergencias humanitarias y promover el desarrollo humano integral, especialmente de los más pobres”.
El acompañamiento del Cardenal Tagle
La renovación de la organización, se reitera, “forma parte de la reforma eclesial deseada por el Papa Francisco, que incluye la revisión de todas las instituciones para que puedan, cada una según su finalidad, servir concretamente a la misión de la Iglesia”. El Cardenal Luis Antonio Tagle, que calificó el decreto del Papa como “una llamada a caminar humildemente con Dios” y “un proceso de discernimiento”, que no se refiere ni a los casos de abusos ni a la mala gestión del dinero, desempeñará un papel importante en los preparativos de la Asamblea General. El Purpurado se ocupará especialmente de las relaciones con las Iglesias locales y con las Cáritas nacionales. “El cardenal Tagle representa un punto de referencia para mi trabajo, y su apoyo es inestimable para garantizar que todos los componentes de Cáritas participen en este viaje”, concluye Pinelli.