Luis, cabeza de una familia venezolana que llegó a Ciudad de México, levanta los hombros resignado: “Con ese cambio que ellos (Estados Unidos) hicieron ya qué, parece que nos vamos a quedar acá”.
Su plan inicial era llevar a los suyos, tres adultos y cuatro niños, hasta la frontera norte e intentar cruzar para pedir asilo.
Pero en el camino, este padre de familia de 48 años y que pidió omitir su apellido, se enteró que el pasado miércoles Washington modificó su política migratoria y ahora los venezolanos deberán llegar por vía área previo trámite de un permiso.
A la familia no le quedó más que pernoctar, bajo una intensa lluvia y frío, al exterior de la gubernamental Comisión de Ayuda a Refugiados (Comar) en un intento por regularizar su situación para permanecer en México.
“Que nos ayuden a nosotros que andamos en familia, darnos un permiso por lo menos para poder trabajar, inscribir a los niños en al escuela. Todo lo que necesita una persona: salud, trabajo, educación”, manifestó.
Decenas de venezolanos, algunos de ellos devueltos desde Estados Unidos, hacían fila este martes al exterior de la Comar, cubiertos con ropa gruesa y cobijas por la fría mañana.
A la par de las nuevas políticas de Estados Unidos, México aceptó recibir, por motivos humanitarios, a los venezolanos que busquen cruzar por tierra y ahora se prepara para otorgarles refugio a quienes lo soliciten.
Según las nuevas directivas de Estados Unidos, se recibirá a 24.000 venezolanos, pero aquellos que hayan ingresado ilegalmente a México o a Panamá no podrán aspirar a este beneficio.
Andrés Ramírez, coordinador general de la Comar, dijo a la televisora Milenio que este año esperan tener 10.000 solicitudes, lo que será un máximo histórico.
Eduardo Rodríguez, venezolano de 43 años que reside en México desde 2011, llegó hasta la Comar para llevarles ropa a sus compatriotas, a quienes alienta a permanecer en este país.
“Si se tienen que quedar en México, que hay bastante oportunidad, que se queden”, dice.
Según cifras de la ONU, desde 2015 más de seis millones de venezolanos han dejado su país, sumido en una profunda crisis política y económica.
Tan pronto entraron en vigor las nuevas medidas migratorias, Estados Unidos empezó a devolver a México a venezolanos, que permanecen en ciudades fronterizas donde han protagonizado algunas protestas.
Miles más se encuentran varados en el poblado de San Pedro Tapanatepec, en Oaxaca (sur), en espera de un documento migratorio para transitar por México.
El Gobierno mexicano de Andrés Manuel López Obrador empezó a pedir visa a los venezolanos a partir del enero pasado, lo que empujó a miles a tratar de cruzar el país de manera clandestina o en caravanas que buscan llegar a Estados Unidos.